Estimado Señor Eddie

Estimado Señor Eddie, ¡Buenas noches! ¿Qué tal está? Acababa de entrar en la cama, cuando he ido a pagar la luz de la mesilla, y me he quedado mirando el cuaderno donde nacen sus cartas… ¡Tenía que hacerlo! Apenas faltan 22 horas para estar con la boca llena de uvas indigeribles, y descorchando una botella de champán para festejar el Año Nuevo, pues el 2019 ya agoniza y exhala sus últimas bocanadas de aire antes de ser historia, y con la última campanada del reloj a media noche, se desvanecerá la segunda década del milenio... Este sin duda ha sido uno de esos años en los que no dejan indiferente el álbum de fotos, para bien por supuesto. No quiero pensar en lo que ha pasado o ha dejado de pasar, me intriga más lo que está por venir: ¿seremos felices? ¿Qué aventuras tendré que vivir? ¿Se portará bien el destino conmigo Señor Eddie? Es imposible saberlo, quien llegara o se ira de mi entorno, pero si se lo que quiero. Hace algunas semanas, tome encargo de darle vida a Duquito

Estimado Sr. Eddie, Sé que usted no está acostumbrado a que sea yo quien le escriba, puesto que siempre he sido una mera lectora, pero hoy, su principal mentor, me ha dado permiso para que sea yo quien lo cuestione, siempre desde el respeto. ¿Sabe qué Sr. Eddie? Yo tenía miedo a los animales y ¡Quién me lo iba a decir! A día de hoy los adoro. Y es que, por si usted no lo sabe, ha sido muy caprichoso conmigo. Hace 4 años decidió que una niña cómo yo, debía marcharse a una ciudad ajena, lejos de su familia, porque tenía que seguir creciendo. ¡Cómo se lo agradezco! Al principio pensaba que esta ciudad en llamas sería más bonita, que los que aquí vivían eran tacaños y que los inviernos con 30 grados a la sombra tendrían que ser horribles. Pero, Sr. Eddie qué pronto me rompió usted los tópicos. Gracias, por hacerme crecer, por demostrarme que mi verdadera vocación era la de hacer felices a los demás , por ponerme en el camino a gente maravillosa y sobre todo, por darme la oportuni

Estimado Señor Eddie, Le escribo desde las alturas, en concreto a 10.000 metros del suelo, me encuentro en el avión de regreso a España desde Roma, surcando el Mediterráneo desde el cielo. ¿Qué tal está? Hace ya mucho tiempo que tenía pensado escribirle, pero un día por otro... En el fondo, sabía cuando estaba haciendo la maleta, que debía llevarme su cuaderno para escribirle esta carta, son esas cosas que uno siente cuando es el momento de hacer algo. Ya he pasado la barrera del cuarto de siglo, los 25, y la verdad que de momento está siendo un periodo buenísimo, en general el 2019 lo está siendo. Hace ya algunas semanas, viaje también a Bruselas, pues la embajada de España en el Reino de Bélgica, ha mantenido hasta hace apenas unos días, una exposición de un proyecto multiartistico en el que he participado como ilustrador de "10WORDS". Fue un viaje genial, con amigos; 4 jóvenes con ansias de impregnarnos de cultura, arte, diseño, aventuras y vivencias, propias tambi