XXXIII Carta al destino. Albacete, 28 de mayo, 2024.

Estimado señor Eddie,

Buenas noches, ¿Qué tal va todo? Hoy es uno de esos días en las que me digo: ¡hay que escribir si o si!, pues con los años podré leer las barbaridades que se me pasan por la cabeza, como siempre, y reírme de mi mismo, aprender, o incluso ambas. Tengo que reconocer, que no he podido evitar buscar la carta de algún otro 28 de mayo… y sí, ¡existe! 28 de mayo de un 2014. Hace exactamente una década. Le decía en ese momento que me quería plantar en los 19, como ahora pienso en plantarme en los 29. Es una forma de hablar, de no abandonar una etapa, de querer frenar la vida ya que cada vez parece ir más a prisa… ¿pero qué sentido tendría todo esto de lo contrario? Hace algunas semanas, visitaba por casualidad el campo Santo de un pueblo de aquí, Santa Ana. Paseando al otro lado del patio central, encontré una losa retirada, y no pude evitar inclinarme y asomarme. Al girar la cabeza, pude ver justo en frente la puerta de entrada a escasos 50 metros. Que cosas, 50 metros tras una puerta que separa dos mundos de los cuales todos somos y seremos parte de ellos. ¿Qué importante es aprovechar cada instante verdad? ¡carpe diem! Si hiciera balance de esta última década, solo puedo dar gracias al destino por todo lo bueno, e incluso por lo malo. Todo ello es mi ADN, mi forma de pensar y de ser. Han sido 10 años con un sello de identidad un tanto alocado, atrevido y a la vez acongojado. Es cierto también que ha habido peones que han caído en el camino… pues 10 años dan para mucho, y es ley de vida si lo hacen cumplida cierta edad, pero también soy consciente, de qué a mis casi 30 años, estoy viviendo más que algunas de esas personas de las que he tenido que despedirme. Si hiciera balance, sí, me he superado. He fundado una agencia y vivo de mi propio trabajo, algo con lo que el Manuel de hace 10 años ansiaba. Ojalá pudiera darme ese apoyo ahora con lo que sé. Me diría algo así como: “Cabeza alta, paso firme, y a por ello. Todo lo que te propongas, solo es cuestión tuya de conseguirlo” ¿Y en 10 años qué Sr Eddie? ¿Estaré aquí escribiéndole? ¿Y usted? Espero que sí. Posiblemente puede que hasta con hijos, casado quizás, libre de presiones sociales incómodas por eso del qué dirán acerca del todo y por nada. Dicen que con los años se pierden los temores y las vergüenzas... Ojalá conocer ya a ese Manuel de los 40 años, de preguntarle qué tal me va a ir o qué caminos debo afrontar, y qué me podría aconsejar a cada momento. Algo que solo Ud. sabe y sabrá. Da vértigo solo de pensarlo, en 10 años, 40 años. Pero como ya dije en su momento, que me echen lo que quieran, porque no tengo pensado darme por vencido. No por ahora. Solo espero muchos más, con mucho más: Más puestas de Sol, más tardes de verano con olor a tierra mojada, más cafés en invierno para calentar las manos, y más amigos y amigas con quién el corazón viva caliente. Más sonrisas de hospital, más noches de fiesta inesperada, más bailes al amanecer y más árboles que plantar. Más abrazos, más “te quiero”, más “todo saldrá bien”, más “vamos que podemos” … más ellos/as, más yo… Y por todo ello, Dios mediante, me despido un 28 de mayo, cara a un 29, donde cumplir 30 y ansiar los 100, encomendando estas palabras a Cronos, dios del tiempo, para que de una forma u otra, sean depositadas allá a las puertas de su morada. Gracias Señor Eddie. Mis más cordiales saludos, Manuel Candel






Comentarios

Entradas populares de este blog

XXXII Carta al destino. Andalucía, 16 de junio de 2023

XXVI Carta al destino. Albacete, 17 de mayo, 2020