XIV Carta al destino. Albacete, 6 de agosto, 2014.
¡¡ Verano, Verano, Alegría, Alegría ¡!
Estimado señor Eddie,
Como cada parte la nuestras vidas, marcamos nuestras etapas
por aquellos momentos que nos dejan alguna marca en el corazón.
Ha llegado primeros de agosto y es hora de partir unos días al
pueblo para finalizar mis añorados ensayos del teatro.
Este año, gracias a Dios, las cosas están fluyendo bastante
bien, dentro de lo posible.
Mañana, cargado de bártulos como siempre, que como bien mi
padre dice, parece que me voy a la guerra, me iré hasta ya bien entrado el mes
de agosto que vuelva a casa, a desconectar unos días de la ciudad.
Es eso que tanto me gusta de la libertad del pueblo, de
dejarte la bici en la puerta de casa sin preocuparte por atarla, de bajar a por
el pan todos los primos juntos como si fuéramos un rebaño, de discutir quien de
todos nos bañamos antes sal salir de la piscina… ratos tiernos junto a la
abuela y la familia, y como no, imagino que alguna que otra bronca también
tendremos pero es algo normal. Estoy deseando que lleguen esos momentos en los
que al volver de fiesta atracamos literalmente la nevera a las tantas de la
madrugada…
Igualmente, me dejo a gente aquí en Albacete a la que echare
de menos, pero bueno, será unos días.
Espero que pasen Uds un feliz verano, y en especial Ud Sr
Eddie. Para que de una forma u otra, sea el eco de los aplausos los que lleven
estas humildes palabras, allá a la puerta de su morada.
Mis más cordiales Saludos,
Manuel Candel
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