XXII Carta al destino. Albacete, 16 julio, 2016
Estimado Sr Eddie,
Buenas noches, ¿Cómo va?
Apenas he sacado ratos libres desde la última vez que me senté
tranquilamente a escribirle, pues parece que ya iba siendo hora de ir
descansando de todo un poco y desconectar.
¡Cielo Santo! Nos encontramos ya a 16 de julio, y apenas me
he dado cuenta de cómo en un abrir y cerrar de ojos, un día de repente amaneció
ya el verano, y la primavera comenzó a dormir lentamente….
Por aquí abajo, en la tierra, todo en un caos, ¿Qué le voy a
contar que Ud. no sepa?
Andamos todavía sin formar gobierno, atentados terroristas,
violencia, intolerancia, egoísmo, hipocresía… Anda el mundo como para tirar
cohetes.
Yo por lo demás, debo reconocer que ando contento, ea, como
siempre al revés de todos jajaja. Como ya sabe, terminé mis exámenes, con buena
nota por supuesto; con el final de estos, llegó el tiempo de la vida laboral
por amor al arte, el periodo de prácticas de los estudiantes, y realmente, fue
una época de aprendizaje muy gratificante, e incluso me ayudó a aclarar mis
decisiones posteriores.
Finalizó mi curso como catequista, y al unísono, una buena
tarde le dí vacaciones a mi nariz de payaso… nos lo hemos ganao.
Tengo abuelas, las dos gracias a Dios, pero aún así me
permitiré el lujo de decir:
¡Qué orgulloso estoy de ti Manolo!
El verano por ahora, se visualiza tranquilo, bueno, he
pisado la playa ya un par de veces para lo antiplaya que yo soy, pero bien, muy
bien.
Ahora, es momento de descansar, de pueblo. Únicamente, me
apetece sentarme en la silla de la antigua trilla de la familia como el abuelo
solía hacer, y ver como revolotean las golondrinas junto al almendro al caer la
tarde. Ansío darle besos a la abuela de esos que suenan, y preguntarle irónicamente,
si nos vamos “al baile”, pobrecica mía, si pudiera andar, tengo claro que iríamos.
Normalmente, ya sabe que yo soy una persona muy discreta,
procuro guardarme siempre mis sentimientos o emociones, soy muy fan de esa
frase de “Dueño de mis silencios, y esclavo de mis palabras”, considero, que
uno debe de ser siempre lo suficientemente fuerte como para tirar de la carreta
solo. Hay quien no comparte mi opinión, pero me da igual, con que la respeten
me sirve. Con esto, quisiera hacerle saber, que a hoy día, con nuestros más y
nuestros menos, sigo estando bien, soy feliz Sr. Eddie.
Bueno, por hoy, marcho a dormir, espero poder hablar de
nuevo son usted, siempre es mi fuga de mis sentimientos y me alivia su forma de
pensar y animarme. Gracias.
De este modo, encomiendo estas palabras de un joven manchego
a la luz de las estrellas, para que de una forma u otra, se las hagan llegar a
la puerta de su morada.
¡¡Buenas noches Sr Eddie!!
Mis más cordiales saludos,
Manuel
Candel
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