XXXV Carta al destino. Albacete, 16 de marzo, 2020

Estimado Sr Eddie,

¿Qué tal, cómo se encuentra? Apenas son las 21:45 horas y ya me encuentro en la cama.

No sé bien por dónde empezar la verdad. Hoy es el 3º día de un aislamiento general de 15 días con aviso de prórroga, pero la verdad que lo estoy llevando muy bien.

A principios de enero, ya comenzábamos todos a familiarizarnos con el término coronavirus, cuando en China comenzaba a despertar esta pandemia, que apenas unas semanas más tarde paralizaría a toda la humanidad y nuestra soberbia, pues creyendo dominarlo todo, no nos damos cuenta de lo vulnerables que somos.

Ayer, 15 de marzo, supuestamente hubiese sido la plantá de las fallas, pero este año nos resignaremos con ver las maquetas de los maestros falleros, y a ansiar que el estruendo de la pólvora impregne nuestros sentidos en cada explosión, por ahora, pues han sido aplazadas a julio, y así con un sinfín de tradiciones culturales: la Magdalena de Castellón a junio, la feria de abril de Sevilla a septiembre… un lío. En cambio la Semana Santa no ha tenido esa suerte, pues ha sido cancelada directamente, lógico.

Ya ve Sr Eddie, la cosa no pinta bien. El sábado el consejo de ministros de España declaró el estado de alerta por el COVID-19, y hoy la UE ha cerrado las fronteras para frenar la expansión de una pandemia que solo en España afecta ya a 9191 personas, y que ha dejado 309 fallecidos, ¡sólo en España!

Esto en cambio, también nos está dejando ver la parte más humana de las personas, la picaresca de los españoles, y la unión de un planeta contra un virus microscópico. Mi móvil está plagado de imágenes y videos chistosos, es el humor que nos caracteriza incluso en los peores momentos, ¡y qué bonito es reír en época de desconcierto!

¿Sabe una cosa Sr Eddie? Por las noches a las 20:00, todo el país sale al unísono a las ventanas  y balcones a aplaudir a quienes trabajan para que nosotros podamos estar sanos en casa.  Es como si en el silencio de la noche, las estrellas miraran asombradas como enviamos fuerza y ánimo a todos ellos, es sobrecogedor y emocionante a partes iguales. Albacete esta noche, también ha vuelto a enmudecer entre el eco de los aplausos, y las lágrimas que se desplomaban hacia la calle…

La comunidad china, se ha volcado también con la causa. Los empresarios están donando material a hospitales, los comerciantes se ayudan entre ellos, los jóvenes ponen carteles para ofrecerse a ir a hacer la compra a la gente mayor, los cantantes amenizan con conciertos online desde casa, los caseros dejan de cobrar a sus inquilinos…

Vuelvo a confiar en la humanidad.

Somos fuertes, hemos superado otras pandemias, pestes, crisis financieras, y juntos, volveremos a vencer.

Yo aguardo en casa haciendo todo lo que durante el año no puedo, por la rapidez con la que vivimos hoy en día: he trabajado, he leído, he retomado la pintura, el domingo transplanté alguna maceta, e incluso he reorganizado mis cajones. Queda mucho tiempo, pero ya se me irán ocurriendo cosas.

Marcho a dormir Sr Eddie, no sin antes pedirle que nos ayude en lo que buenamente pueda, cualquier fuerza es buena… dicho esto me despido enviando estas humildes palabras de mano de Asclepio, dios griego de la medicina, para que de una forma u otra, se las haga llegar a la puerta de su morada.

Mis más cordiales saludos,

Manuel Candel

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