XXX Carta al destino. Albacete, 27 de junio, 2018
Estimado Señor Eddie,
¡Muy buenas! Esta vez no solo escribo con libreta nueva... ¡También con bolígrafo nuevo! Otro regalo de hace algunos años, con la intención de que corriera la tinta desde mis ideas.
El verano va adentrándose y con él los calores... ¡Y qué calores!
¿Recuerda mi manchega mariposa?
Pues estamos de duelo, esta misma tarde he ido a verlas al alféizar de la ventana donde permanecen y la pobre estaba más tiesa que la mojama.
Tras mi última carta, han reventado 3 más sus crisálidas, y otras 2 que permanecen en proceso de metamorfosis.
Es el cielo de la vida.
Unos días al poco de escribirle nació otra de ellas con la cuál se apareó, y una vez ha puesto los huevos, nos ha dejado con su peculiar aleteo... pobre.
Es curioso ver como los padres, sean de la especie que sean, dan todo por sus hijos hasta la muerte, como decía: el ciclo de la vida.
¡Vaya! Poco me ha durado el boli nuevo, estaría seco en el armario, y yo esperando un buen momento para usarlo y ahora que me he decidido, va el jodío y se seca.
¿Qué ironías tiene la vida verdad, Sr. Eddie? Nos pasamos el tiempo esperando que llegue el momento perfecto para hacer algo sin darnos cuenta de que el mejor momento es ahora. El mejor y el único.
Qué estúpidos somos a veces, todavía recuerdo mis palabras al despedirme de la abuela el último día que la vi con vida, hace ahora un año y cuatro días. Como siempre, la traté de usted, pero por primera vez en mi vida le dije un 'Te quiero'. Tampoco podría dejarlo para otra ocasión, pero supongo que era el momento de hacerlo, ese momento en el que la madre, se despide de los hijos... hasta la muerte.
Marcho a dormir algo nostálgico o filosófico. Le deseo que pase un feliz jueves, y que sean esta vez las gotas del rocío las que de una forma u otra le hagan llegar estas humildes palabras a la puerta de su morada. ¡Dulces sueños!
Mis mas cordiales saludos,
Manuel Candel.
¡Muy buenas! Esta vez no solo escribo con libreta nueva... ¡También con bolígrafo nuevo! Otro regalo de hace algunos años, con la intención de que corriera la tinta desde mis ideas.
El verano va adentrándose y con él los calores... ¡Y qué calores!
¿Recuerda mi manchega mariposa?
Pues estamos de duelo, esta misma tarde he ido a verlas al alféizar de la ventana donde permanecen y la pobre estaba más tiesa que la mojama.
Tras mi última carta, han reventado 3 más sus crisálidas, y otras 2 que permanecen en proceso de metamorfosis.
Es el cielo de la vida.
Unos días al poco de escribirle nació otra de ellas con la cuál se apareó, y una vez ha puesto los huevos, nos ha dejado con su peculiar aleteo... pobre.
Es curioso ver como los padres, sean de la especie que sean, dan todo por sus hijos hasta la muerte, como decía: el ciclo de la vida.
¡Vaya! Poco me ha durado el boli nuevo, estaría seco en el armario, y yo esperando un buen momento para usarlo y ahora que me he decidido, va el jodío y se seca.
¿Qué ironías tiene la vida verdad, Sr. Eddie? Nos pasamos el tiempo esperando que llegue el momento perfecto para hacer algo sin darnos cuenta de que el mejor momento es ahora. El mejor y el único.
Qué estúpidos somos a veces, todavía recuerdo mis palabras al despedirme de la abuela el último día que la vi con vida, hace ahora un año y cuatro días. Como siempre, la traté de usted, pero por primera vez en mi vida le dije un 'Te quiero'. Tampoco podría dejarlo para otra ocasión, pero supongo que era el momento de hacerlo, ese momento en el que la madre, se despide de los hijos... hasta la muerte.
Marcho a dormir algo nostálgico o filosófico. Le deseo que pase un feliz jueves, y que sean esta vez las gotas del rocío las que de una forma u otra le hagan llegar estas humildes palabras a la puerta de su morada. ¡Dulces sueños!
Mis mas cordiales saludos,
Manuel Candel.
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