V Carta al destino. Albacete, 27 de abril, 2013



“Tu ropa tu bandera, tu vida tu república”

Estimado Sr Eddie,

Dicen que los senderos son fáciles, cuando sabes bien por donde pisas, pero mi pregunta va mas allá de lo visible, ¿Qué ocurre cuando ni tan siquiera tu estas seguro de tus pasos?

Quizás esta vez desvaríen un poco mis palabras, pues son nada más y nada menos que las 05:10 de la madrugá del sábado.

Acabo de llegar a casa, me he quitado la ropa, me he lavado los dientes, me he metido en la cama, y justo antes de quedarme durmiendo, he notado como de repente ha comenzado a tronar y llover desmesuradamente como si no fuese a salir el sol nunca más.

Las gotas de agua golpean ahora mismo mis ventanas, en un intento frustrado de alcanzar mi cama. El silencio que las paredes de mi habitación recogen, parece ser casi molesto, amenazante mas bien diría yo, como si en algún momento fuese a ocurrir algo paranormal, fruto de mi imaginación…ha sido en ese momento cuando me he decidido a encender la lamparilla para ponerme a escribir y evadir mi mente de la celda en la que reposa la parte física y mental de mi existencia…

A diario, e incluso me atrevería a decir que continuamente, debemos tomar decisiones que nos marcarán para el resto de nuestros días: que ropa nos ponemos al salir a la calle, que colonia usar ese día, con quien pasar esa tarde… Cosas que quizás acaben siendo uno de esos días en los que a pesar de ir totalmente zarrapastroso, llegas a acabar ligando, o a alguien se le ocurre hacerse una foto contigo en la que te veas mejor que nunca y quede siempre para el recuerdo.

Decisiones que a pesar de no darle importancia alguna, son todas y cada una de ellas las que componen quienes somos, nuestros gustos, nuestras supuestas mejores decisiones en ese momento e incluso nuestras aficiones. “Tu ropa tu bandera, tu vida tu república”

Luego están ese otro tipo de decisiones, que quizás por el tiempo que nos llevan a cabo tardamos mucho más en decidirnos, e incluso una vez lo hemos hecho seguimos dudando, pues el fallo puede ser mucho peor. Nuestros estudios, nuestra pareja, nuestro hogar (El día de mañana…)

Desde mi punto de vista, y haciendo uso de una metáfora climática, la vida Sr Eddie, es como una de esas gotas de lluvia que siguen llamando a mi ventana, esas que se han formando allí arriba en los cielos, y que nadie sabe donde podrán llegar a caer, solo usted puede saberlo Sr Eddie, pero el caso sea cual fuere, es que ninguna de las gotas detienen su camino, siguen cayendo a pesar de que saben que se van a acabar estrellando.

Pues a eso mismo es a lo que me refiero, he llegado a la determinación, de que con cada gesto que haga, cada movimiento, cada palabra que salga por mi boca… es todo ello lo que compone a Manuel, todo lo que me compone a mi mismo, y que sin ello ya no llegaría a ser yo.

Podremos equivocarnos, caernos, tropezarnos una y mil veces con la misma piedra, meter la pata hasta el corvejón, vernos ahogados en un vaso de agua… pero no es esto lo que tenemos que mirar. Salgamos de nuestros baches, peguémosles patadas a las piedras y apartémoslas de nuestro camino o simplemente esquivémoslas, bebámonos ese agua que tanto nos esta ahogando, pero sobretodo, afrontemos nuestras decisiones, y si en algún momento me equivocara, lo único que haré, será detener el tiempo, mirar mi error desde fuera, controlarlo y afrontarlo con firmeza, e ir a por el de frente y con todas mis fuerzas. Dejemos de desaprovechar la oportunidad que nos brinda la vida a rectificar  con cada amanecer, cumplamos nuestras decisiones, nuestras promesas y nuestros deseos. ¡ Busquemos nuestra felicidad !

Creo que van siendo horas de volver a la cama Sr Eddie, una vez más, y Dios mediante, encomendaré estas palabras a mis sueños, para que de alguna misteriosa manera, sean depositadas allá en la morada del destino.

Mis más cordiales saludos,

Manuel.C

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